Nos encontramos en el barrio más “in” de Nápoles, frente al mar, Capri y el Vesuvio. La propriedad pertenece a una familia de farmacéuticos bien conocida y querida en la ciudad. Se trata de un traslado/ampliación de un lado a otro de la famosa Plaza San Luigi.
Recorrer el camino que va desde Mergellina hasta el barrio de Posillipo, costeando el panorama de Nápoles y el mar es una emoción incomparable. La nueva farmacia Cotroneo se incluye perfectamente en un contexto emocional en donde las vistas y el perfume del sol y el mar están por todas partes. Cuando uno entra en la farmacia se encuentra a gusto, con ganas de quedarse para apreciar los numerosos recovecos y juegos de espejos que amplian los espacios más allá de sus cuatro paredes, conectándolos con el paisaje circundante.
Esta farmacia es un lugar lleno de energía, algo que el público percibe inmediatamente. A la entrada, el cliente viene acogido por uno de los empleados, en una zona concebida para obtener respuestas. La comunicación de los distintos sectores es clara, sin estridencias. El recorrido hacia la zona de los mostradores se convierte en una oportunidad para el consumidor, y no en una obligación. Los colaboradores de la farmacia se muestran cercanos al cliente en cualquier momento de la experiencia de compra, con espacios visibles para la consulta, que muestran claramente la intención de la farmacia de dar un servicio variado y completo. El “make up” expuesto al publico ha sido muy apreciado tanto por la clientela como por los trabajadores del sector (promoters), que encuentran en este instrumento el lugar ideal para expresarse, formando a la clientela y alcanzando de este modo los objetivos deseados. La farmacia consta a su vez de una sala “análisis de primera instancia”, concebida y reservada para acoger al cliente en un lugar en donde poder dar respuestas por medio de instrumentaciones vanguardistas.
La zona para las prescripciones es amplia y bien oganizada. Se ha aprovechado cada centímetro para mejorar los tiempos y la organización del trabajo. Los espacios para el almacenamiento y las cajoneras se encuentran cercanos al farmacéutico. La expléndida escalera autoportante, visible incluso desde el exterior al ubicarse cerca del escaparate, conecta la farmacia con el sector relacionado con el bienestar.
La farmacia no ha pasado por alto ningún aspecto, pero sobre todo no ha pasado por alto las emociones, un elemento imprescindible para aquel que apuesta por diferenciarse, alcanzando resultados de aumento de facturación más allá de las expectativas inicialmente creadas.